La artrosis es una forma degenerativa de artritis que afecta las articulaciones y es una de las principales causas de dolor crónico en España. Afecta a personas de diversas edades, limitando su capacidad de movimiento y comprometiendo su calidad de vida.
En términos sencillos, la artrosis implica el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones, causando fricción y dolor. Esta pérdida de cartílago puede afectar cualquier articulación, pero es más común en las rodillas, caderas, manos y columna vertebral.
Entender las causas de la artrosis es fundamental para su prevención y tratamiento. Los factores genéticos, el envejecimiento, lesiones articulares previas y la obesidad son algunos de los desencadenantes más relevantes.
Los síntomas de la artrosis pueden variar, pero la mayoría de los pacientes experimentan dolor, rigidez y pérdida de movilidad en las articulaciones afectadas. Es esencial reconocer estos signos tempranos para intervenir de manera eficaz.
Comprender cómo empieza un brote es crucial para su gestión efectiva. Los cambios en el clima, la actividad física intensa o un aumento de estrés en las articulaciones son desencadenantes comunes.
No existe una cura definitiva para la artrosis y, por esta razón, los profesionales médicos suelen abordar los síntomas de la enfermedad mediante una combinación de enfoques terapéuticos. Estos tratamientos pueden abarcar:
Cuando otras opciones de tratamiento no han sido efectivas, la cirugía puede considerarse como último recurso. Esto suele involucrar el reemplazo de articulaciones, una intervención que busca restaurar la función y aliviar el dolor en las áreas más afectadas.